11.7.04

SUMA Y RESTA - Lina Caffarello


 a Gerardo y a Valeria,
las manos
que entrelazan mi verdad

___   ___ 

el segundo equinoccio abrió una huella
    y alguien lanzó su grito                              
cara al cielo

ANUNCIOS

La primera imagen
fue un gallo a contraluz
esponjando cantos
desde la baranda
de su cuna.

Sísifo tantea la piedra
sonríe y se prepara
porque ése será el día.



EL INSTANTE

Dos escalones y el mundo
pregones
adoquines
caballos ambulantes.

Don Serafino
tiene el pelo fino.
Perro de circo
cazador de perdices ilusorias
y de duelos.

Don Serafino
tiene el pelo fino.
Por los ojos de la niña
dulces   cuentos   risas
cruza el aleph.

Don Serafino
tiene el pelo fino...



PALABRAS VERDES

Alguien hacía sonar campanas
en la hora de las aves errantes.

Sillita verde,
sillita de agua,
panaderos de algodón,
abril de carreteles y hormiguitas,
de lápiz diminuto
tratando de escribir
palabras grandes.



EL ÓLEO DE LA PAZ

Giran en derredor los adoquines,
barridos por suspiros,
fatigados
por suelas infantiles que se gastan
en espera de que el buque
derrame su ciudad
y surja desde ella ese paisano
que acercará al oído de mi padre
jirones de la guerra
y a sus manos,
el primer filtro del óleo de la paz
liberado
en los olivos tutelares.



DO-MI-NÓ

Sol
no
nota
sola
mi bemol
sólo escalas
sólo dudas
do el espectro
hasta beberlo
niña no
sol no
sólo do
sólo dedos
luego Bach
Bach preludio
sostenido
escala grave
nota
rota.

Bach la fuga.



EL CONCIERTO

El rojo de la alfombra
                                              roja
tropieza 
                  en escalones
tiembla sobre el
                                  mármol de los pisos
bajo las luces
                            revueltas    por cristales
entre espejos que
                                     se miran
y al mirarme
                           erigen una ola
                                                          hasta perderme.

A punto de que huya
                                           el escenario
el piano pone teclas en mis dedos
y vuelvo a ser la niña que jamás he sido.



PINTADO DE AZUL

el tapadito era azul en el viento el espejismo de la mano que deshilachó el terciopelo cobijaba el gesto del círculo trepándose en la sangre    en la colina   en las horas esparcidas por campanas  cuando elefantes se llevaron la carcasa de la mano azul y dejaron a las aves migrando sin timón y al viento haraganeando para siempre en el castaño de terciopelo que esparce horas agitadas por el espejismo en hilachas de elefantes vagabundos aunque el tapadito cobije el hueco azul de la mano que se quedó  en el gesto
  
___   ___

quien tanto roe el propio laberinto
termina convirtiéndolo                      
en su cueva

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PIEL DE OSO

A las puertas del jardín
deja sus zapatos,
                          los ruidos de ciudad,
y arroja la piel de su tormento.

Con lentos pies desnudos
asoma entre la hierba.
Por ratos es magnolia
                                              o es ciruelo,
se riza con las hojas de la salvia,
deviene enredadera,
se esponja en los helechos.

Sin garras en su piel,  vive.

Sólo los sábados.
                      Hasta la hora de la fiera.



FUERA DEL OSO

Para apaciguar la desmesura
hubo que nublarse en los rincones.

Hasta que
                         la ferocidad se llevó el hacha,
                         los huesos se royeron a sí mismos,

                         y las piezas ocuparon las lagunas
                         ovillando los años del cordero.



FIN DE FIESTA

El último
no quiso fingirle a la muerte
su blasfemia.

Sin pacto
ni silencio
                       quemó la piel del oso.

Al principio desmigajó señales
y luego
dio vuelta los muros de la cueva.



LA REVELACIÓN

En algún lado
en el útero iba oculto
               un germen de tierra prometida
               un éxodo de lenguas
               un fundirse y renegar.

Después de que el oso hubo partido
alguien se atrevió a abrir la puerta.

La luz iluminó lo inexplicable
                 y se cumplieron los días y las noches
                 y aulló la memoria de los nombres
                 y, al fin, se comprendió el horror.

___   ___

el búho rojo de la luna
aún escancia el brillo
con una piedra tambaleando en sus espaldas

 ___   ___

EL LUGAR

Con los ojos enredados entre olivos
abracé las piedras ancestrales
en el lugar preciso de mis sueños.

                              Mis ojos
                              anaranjan la colina
                              cuando el sol parpadea
                              entre piedras
                              y olivos enredados
                              en mi 
                              abrazo con ancestros
                              que me sueñan
                              en la cifra
                              exacta
                              que preciso
                              para alcanzar el lugar
                              donde nacer.



MARIONNETTES

La herrumbre
se desprende como hojaldre.

Le petite marionnette
cantaba mi madre.
Muñecas
arlequines.
Tricche tracche
decía mi padre.

Ojos hojaldrados
se desprenden como herrumbre.

Veo veo
¿qué ves?
Rejas país
clavos país.
Óxido sin horas
de un reloj perdido.



CRÊUZO DA MAN

Aquí mi mano, en la pulpa del castaño,
palpando la piel y las palabras
para colgar del aire el sobrenombre,
la huella sumergida cifrada en las sirenas,
o aferrarme al viento azul, al hueco,
al canto de las nueve naves
y al último golfo de la rama.

Sangrando en los erizos
                                   guardianes de la ofrenda,
pulpa del castaño, aquí mi mano.



SUMA Y RESTA

Los rieles sepultados van y vienen.

En la esquina
la luna trazó los ángulos precisos, 
giros sobre giros
envolvieron el tiempo en cada árbol.

La casa sigue igual,
cada veta del mármol fijada en la escalera.

Las llaves de plata van y vienen.
Quieren pactar con el eco de una risa.

Detrás, en la terraza, restallan como siempre,
giros sobre giros,
pasitos de burbuja guardados en la brea.


Lina Caffarello

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