Era el embate preciso de la savia
tras despertar el vértigo
en la entraña de la espiga.
Era la grieta morosa de rocío
presagiando el estallido
que colmaría su sombra.
Era la avidez luminosa del abismo,
infinita
en la eclosión final.
Lina Caffarello, CABA, Argentina
De “Impromptu”.
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