ROMA, Italia |
Para afrontar
esta implacable tarea de vivir
hay que aprehender la magia
envuelta en cada noche
y vagar
y bogar
por cielos trashumantes.
Para alentar al nuevo día
nada hay mejor que el aroma a salvia
y una terraza de piedras florecidas
donde desayunar en Roma.
Lina Caffarello
De "Impromptu".
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