31.5.08

La cosecha


Se dobla el pie   se hincha el pie   duele el pie.
Cuando alguien pretende aventurar su recorrido
se hunde el pie   se hunde el tobillo en los vestigios.
No cantará la loba en la tarde de ceniza.

El viaje ya no será este viaje;
se necesita más que un pie magullado
y un zapato de charol
para cruzar el puente que trazaron los alisios.
Ya no cantará la loba.

Se necesita algo más que un sueño
y las dioptrías de un ojo
para asomarse a la ventana,
atisbar la silueta de la zafra y concebir la ofrenda.
No cantará la loba el himno del redil.


Lina Caffarello, publicado en la revista de literatura "Tamaño Oficio" N° 33, Buenos Aires, Argentina. 

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